Karen Rojas Andia / krojas@diariogestion.com.pe
Paulo Rivas Peña / privas@diariogestion.com.pe

Para el destacado diseñador y consultor de modas peruano, José Miguel Valdivia, la Semana de la Moda en Lima aún carece de componentes elementales, destinados a colocar nuestros productos en una vitrina comercial para el resto del mundo.

El evento debe contar con la presencia de verdaderos compradores, aquellos que serán capaces de llevar la ropa de los diseñadores peruanos a las grandes tiendas del mundo, ellos deben encontrarse en primera fila, refirió Valdivia.

En sus palabras, “mientras el LIF Week se siga llenando de invitados que no compran, sólo aplauden, los diseñadores no van a crecer, los diseñadores somos empresa, somos una entidad productiva.”

Así también, subrayó la necesidad de invitar a la prensa especializada, la cual debe ser colocada “al otro lado de la pasarela”, aunque reconoció que ese paso requiere una fuerte inversión por parte de los organizadores.

Nuestro Lima Fashion Week adquirirá el estatus de calidad verdadero, si se logra contar con la asistencia de verdaderos compradores y profesionales especializados en el tema, reiteró el consultor de modas.

Y precisó: “Se trata de empujar nuestros productos fuera en una fiesta comercial, no en una fiesta de fotos, para que la moda peruana logre insertarse en otros lugares, más allá de sus fronteras”.

Cohesión
A pesar de sus diferentes puntos de vista, señaló Valdivia, los representantes de la industria y los diseñadores deben aprender a trabajar en conjunto para favorecer al rubro de la moda.

La principal diferencia radica en que los empresarios están acostumbrados a los grandes volúmenes, en tanto, con los diseñadores sucede lo contrario; el empresario también debe apreciar un producto por su alto valor agregado, no sólo por las numerosas ventas que pueda obtener a través de él, puntualizó el diseñador en alusión a la exclusividad.