Los negocios dejaron de estar relacionados a la comodidad de una oficina. Hoy los hombres y mujeres del ámbito ejecutivo realizan viajes para finalizar un acuerdo, visitar congresos o reunirse con potenciales clientes. A esta tendencia se le conoce como viajeros corporativos.
En conversación con Gestión, Alonso Luque, gerente general del área de Emisiva de Coltur Viajes, informó que en los últimos tres años el segmento creció un 15%.
“Esperamos una evolución, hacia el 2018, de un 25% por cómo se está comportando”, agregó.
Es más, precisó que si antes los ejecutivos viajaban cinco veces al año, hoy esa cifra se triplica.
La edad de aquellos que conforman este rubro varía entre los 37 y 55 años. Son 70% varones y 30% mujeres. Asimismo, el gasto promedio de un ejecutivo que viaja al exterior varía entre US$ 1,500 y US$ 2,000.
Sectores
La industria que lidera la lista con mayor número de viajeros es la farmacéutica, seguida por la construcción, minería y pesca.
“Estos han crecido en los últimos 15 años de manera sostenida”, agregó.
Por su lado, Elsa Mateo, gerente general de Carlson Wagonlit Travel, resaltó que esto se mantiene “a pesar de que algunas empresas suelen recortar el presupuestos de los viajes”.
Destinos
Usualmente, los viajeros corporativos que vienen del extranjero suelen hacer las reuniones en Lima. Sin embargo, esto no impide que también realicen cortos viajes aprovechando su estadía en la capital.
Entre sus destinos favoritos están Machu Picchu, Líneas de Nazca y algunos puntos en la selva.
A nivel internacional, los viajeros suelen llegar a Sudamérica, Norteamérica y Europa. En esta línea, Luque precisó que Asia “es un mercado emergente”.
Capacidades
Gracias a la interconexión, el viajero se traslada con mayor constancia para vincularse con mercados. Por ejemplo, Lima recibe muchos eventos y congresos.
“Ese cambio se ha visto hace tres años”, puntualizó.
Nuevo modelo
Bleisur es una tendencia que va de la mano de los viajeros corporativos.
Se trata de añadirles más días a los visitas ejecutivas a fin de que el turista pueda visitar puntos atractivos de la ciudad a la que llega. El gasto que se agrega corre por cuenta del empresario.
“Pueden venir una semana antes o quedarse una semana después y traer a su familia”, detalla Elsa Mateo, de Carlson Wagonlit Travel.