¿De quiénes son las voces con las que los limeños se van a dormir?

Cuatro conductores radiales comentan qué los mantiene activos en el horario de noche. Unos se sienten más cerca al público, para otros refleja mejor su personalidad.

Al caer la noche, las energías descienden y la oscuridad y el silencio invitan a cerrar los ojos a casi todos. Algunas voces permanecen en la FM para ser cómplices de quienes se queden con la radio encendida más allá de las 10 p.m.
Es a esa hora cuando Gianmartin Paz saca su lado pícaro, Blanca Ramírez brinda consejos a los afligidos, Henry Venegas se vuelve un romántico realista, y Jorge Aguayo se permite hablar “sin tanto filtro”.

El ángel nocturno
Luego de una pausa de 12 años, Gianmartin Paz regresó al horario nocturno para conducir “El ángel de la noche” en Radio Panamericana. ¿Por qué el nombre? “Mi personaje es como el ángel de la guardia, que acompaña a los que regresan a casa o a quienes recién salen a trabajar”, explica.

De un tiempo a esta parte, considera que lo que más ha cambiado es la forma de relacionarse con el público gracias a las redes sociales.

Sin embargo, en lo que respecta a su estilo de locución, Gianmartin se mantiene más tradicional. “Prefiero hacer radio a la antigua, con ese ‘feeling’ que aún se siente al entrar a cabina o responder llamadas. La radio es un mundo mágico que no se debe perder”.

Para el también conductor de televisión, fue una suerte encontrar y aprender ese ‘feeling’ en su casa radial de la mano de reconocidas voces de los años 80 como las de Johnny López y Gina Parker.

Los fines de semana conduce un programa matutino, pero reconoce que los ritmos son distintos. “El horario de la mañana es un poco más pausado; en la noche soy más ágil, más pilas, un ángel con cola de demonio”. Si tuviese que elegir uno, se queda con “El ángel de la noche”, “porque es el Gianmartin real. El personaje es pícaro, coqueto, esa es mi personalidad”.

Y esa frescura y complicidad la transmite a sus oyentes que encuentran en él un amigo a quien compartirle sus más oscuros problemas. “Cosas que en los años 80 eran impensables, pero ahora hay un poco más de tolerancia”.

Entre el romance y el consejo
Desde la primera melodía de piano se reconoce la cortinilla de “Entre la arena y la luna”, programa conducido por Blanca Ramírez en Ritmo Romántica. No por nada lleva al aire alrededor de 17 años.

Cuando empezó era una de las pocas voces femeninas en ese horario, el dial era territorio de voces como la de Héctor Felipe y Randy Calandra, voces fuertes de principios del 2000.

“Al inicio era un programa solo de música, pero me aburría, así que le propuse a mi jefe ‘¿qué tal si usamos el horario de la noche para hacer un contenido más positivo, de consejos?’. Entonces, cuando me llamó una chica que se sentía mal y yo la aconsejé, el programa despegó”, recuerda.

¿La clave para mantenerse tanto tiempo al aire? “Uno tiene que adecuarse a los cambios”, afirma Blanca.

Y agrega que el rango de edades de sus oyentes se ha ampliado. “Antes eran personas alrededor de los 30, ahora nos escuchan desde los 15 años”. “Las problemáticas de los jóvenes de hoy en día no son muy distintas a las de antes, solo que antes terminabas con alguien cara a cara y ahora terminas por WhatsApp. Ese cambio en las relaciones se refleja en los comentarios que me hacen mis oyentes”, puntualiza Blanca.

Un romántico poco idealista
Henry Venegas hace radio desde finales de los años 80, en pleno boom de las baladas en español. Si bien ha presentado diversos ritmos, considera al romántico su escuela, a la que ha vuelto desde octubre del 2015 con “El último romántico”, en La Inolvidable.

“El nombre es ‘El último romántico’, pero no soy tan idealista, soy realista. Si bien el contenido es música antigua, procuro que sea un programa actualizado acorde a las vivencias reales de nuestros tiempos”.

Para Henry, un locutor debe ser versátil y no encasillarse en un solo formato. Él es una prueba viviente: ha conducido desde rock por la tarde hasta programas informativos de madrugada. En cualquier horario se siente cómodo.

Eso sí, destaca una particularidad del horario nocturno: el acercamiento con el público. “Dicen que la radio está más cerca de la gente, pero la noche permite que seas cómplice en la soledad de las personas”.

“En la radio soy yo al 100%”
Adecuarse al horario de 10 a 12 a.m. de “Game Over” fue lo más difícil para Jorge Aguayo, conductor en Radio Planeta.

“Conforme pasó el tiempo me acostumbré a llegar tarde a todas las reuniones y perderme un montón de comidas por tener que ir a chambear”, recuerda entre risas.

Sin embargo, acepta que trabajar de noche conlleva ciertas ventajas. “En este horario no hay tanto filtro para comunicar algo. El público al que me dirijo es mayor, así que puedo jugar con otro tipo de contenido que normalmente no podría decir en otro momento”.

“Trato siempre de que el programa tenga una onda graciosa, irreverente en algunos momentos, pero siempre dentro de los límites positivos. Mi estilo de conducción refleja mi personalidad, en la radio soy yo al 100%”, asegura.
El joven conductor se considera decididamente una persona nocturna. “Funciono mejor a las 11 de la noche que en la mañana”.

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