El último 17 de febrero, por primera vez en la historia del Perú, un hombre disparó a diestra y siniestra contra ciudadanos que transitaban por las calles del distrito de Independencia – en su mayoría jóvenes y mujeres – que se disponían a disfrutar de la noche del viernes.

El saldo de la tragedia fue cinco personas fallecidas, incluyendo al agresor, y nueve heridas. El violento disparador, Eduardo Romero Naupay, un hombre de 32 años de edad, natural de Huánuco, tenía vencido el permiso para usar armas emitido por la Sucamec. ¿Cuál es el control de daños tras los acontecimientos en Independencia?

Al respecto, el titular de la Sucamec – instancia encargada de emitir el permiso para el uso de armas de fuego – Rubén Rodríguez Rabanal, cuestionó la idoneidad de los 22 Centros de Salud, a cargo del Ministerio de Salud (Minsa), responsable de emitir el certificado de salud mental, paso necesario y requisito indispensable para obtener el permiso de portar armas de fuego, exigido por esta entidad.

Teniéndose en cuenta que el atacante de Independencia – y que fue abatido por un miembro de la Policía Nacional – contaba con un certificado emitido en mayo del año pasado por el Hospital San José a cargo del Minsa.

“Quiero exhortar al Ministerio de Salud (Minsa) para que de una vez por todas evalúe concienzudamente a los Centros de Salud autorizados por ellos para expedir el certificado de salud mental. Dado que este señor (el atacante de Independencia) tenía un certificado de salud mental emitido el 23 de mayo del 2016 el Hospital San José”, subrayó a Gestión.pe.

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En esa línea, dijo que si la Sucamec recibe de un usuario un certificado de salud mental en la que se lo declara apto para la licencia de uso de armas, no se le puede trabar de “ninguna manera” el procedimiento para expedir su licencia.

“A este señor, no le renovamos su licencia porque había presentado documentación falsa relacionado a su trabajo. Si nos hubiéramos basado en el certificado médico del Minsa, le hubiéramos renovado su licencia y otra sería la historia y los cuestionamientos sobre nuestra labor por la ineficiencia de los operadores del sector salud”, apuntó.

Ante lo cual, el director ejecutivo de la dirección de salud mental del Minsa, Yuri Cutipe Cárdenas, consideró que no hay examen médico que pueda predecir exactamente lo que va pasar o hacer una persona. “La recomendación internacional es que no se deba permitir el uso de armas de fuego en civiles”, refirió.

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En ese contexto, dijo que a raíz de la nueva reglamentación que elabora el Minsa para el Certificado de Aptitud Psicosomática de acuerdo a la nueva ley, ya no se realizará únicamente el examen psicológico – requerido por la Sucamec para el otorgamiento de la licencia de armas – sino que también se hará un examen psiquiátrico, siendo así la evaluación más integral. Esto se haría efectivo desde marzo próximo.

“De alguna manera se intenta disminuir los riesgos, aunque no hay examen psicológico y psiquiátrico que pueda predecir exactamente lo que va pasar con una persona. Actualmente la ciencia no predice lo que hará una persona, por lo que la recomendación es que no se use armas o no se ponga a disposición de los ciudadanos”, detalló.

¿En qué se diferencian ambos exámenes? El especialista explicó que el examen psicológico está referido a una serie de evaluaciones de personalidad para determinar si una persona tiene sus funciones adecuadamente establecidas, luego del cual pasará con un psiquiatra para que este profesional integre todos los resultados y también realice una entrevista clínica formal, y se tenga así una información más integral.

Datos a tener en cuenta – 4 millones de peruanos tienen problemas de salud mental. – De los cuales, apenas el 20% es atendido en centros de salud especializados. Esto se debe a que los ciudadanos no reconocen los problemas de salud mental como tales y a la falta de servicios adecuados para tratar estas enfermedades. – La mayoría de problemas de salud mental se resuelve en el primer nivel de atención. – Invertir US$ 1 en tratamiento de depresión y ansiedad, retorna US$ 4 en mejor salud y en capacidad de trabajo.