Hoy en día es imposible conseguir una copia oficial de Star Wars en su versión original. George Lucas quiere que los fanáticos del filme, que en 1978 obtuvo siete premios Oscar, solo vean las ediciones especiales que han sido actualizadas.
Pero los fans no quieren quedarse con los brazos cruzados. Aunque cada elemento de la cinta original ha sido –según dicen- modificado en posteriores ediciones, los propios fanáticos se han empeñado en recrear la película a través de la “desespecialización”, un proceso que tiene como finalidad juntar elementos que sean fieles a la versión que se estrenó en 1977.
En palabras de Rose Eveleth, de The Atlantic, “(los aficionados) se reúnen en foros de internet y comparten su trabajo, el cual incluye volver a montar minuciosamente la película a partir de un puñado de versiones diferentes.
Mediante el uso de herramientas como software de animación y de edición de imágenes van ensamblando la película a partir de videos en formato VHS o DVD y hasta fotografías en 35 milímetros”.
El propósito es uno solo: corregir todos aquellos cambios que han sido introducidos en las nuevas ediciones. Sin embargo, George Lucas ha afirmado que lo que él busca es que la película se vea como él quiere.
En alguna oportunidad, el director comentó a Asociated Press que, en general, sentía escasa simpatía por aquellos fanáticos que están empeñados en visualizar la versión original de la cinta.
Lucas se ha negado a entregarle incluso la copia original al Registro Nacional de Filmes de Estados Unidos, que eligió la versión de 1977 para preservarla para la posteridad.
“La gente que altera o destruye obras de arte y nuestra herencia cultural para obtener ganancias o como ejercicio del poder son bárbaros y si las leyes de Estados Unidos siguen permitiendo esta conducta, la historia seguramente nos clasificará como una sociedad barbárica”, dijo Lucas en un discurso que brindó en 1988.
“Hoy los ingenieros pueden añadir color a cintas en blanco y negro, cambiar la banda sonora, acelerar el ritmo y añadir o substraer material según los gustos filosóficos del dueño de los derechos de autor.
Mañana, tecnologías más avanzadas podrán reemplazar actores con ‘rostros más frescos’ o alterar un diálogo y cambiar el movimiento de los labios de los actores para que calce con los nuevos guiones”, añadió.
Para Rose Eveleth, de The Atlantic, hay un “cierta ironía cuando se comparan las palabras” de George Lucas con la labor de aquellos fanáticos que trabajan día a día en reconstruir paso a paso la edición original de la cinta en mención.