Luisa Huaruco Gonzales
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Si usted forma parte del 30% de peruanos que hace uso de los servicios financieros tal vez los de por sentado, pero para un gran grupo de peruanos el acceso a un crédito, una transferencia bancaria o formas seguras de ahorro les resultan conceptos aún lejanos.
¿Por qué es importante incluirlos? Además de tratarse de un derecho ciudadano, Carlos Anderson, presidente del Ceplan, recalca que el desarrollo financiero va de la mano con el desarrollo del país. Sólo pensemos en la cantidad de negocios constituidos, viviendas construidas, artículos y servicios a los que se accede gracias a los créditos.
Entre los principales obstáculos para esta inclusión, Alberto Morisaki, subgerente de Estudios Económicos y Estadística de ASBANC señala los bajos niveles de educación financiera, los altos niveles de informalidad de nuestra economía y también los elevados niveles de pobreza. A nivel de infraestructura, la accidentada geografía nacional y los ineficientes sistemas de comunicación agregan dificultad al avance del tema.
Iniciativas para la Inclusión Financiera
A pesar de tener mucho camino por recorrer, la evolución de los últimos 10 años nos permite ser optimistas y plantear metas elevadas para el futuro. “La inclusión financiera, medida como créditos con respecto al PBI, ha crecido más de 10 puntos en los últimos 10 años. En 2004 era 19% y ahora está alrededor en el 30%”, señala Morisaki. Sin embargo, enfatiza que aún estamos muy por debajo de otros países de la región. Brasil tiene entre 50% a 55%, Colombia 45% a 50% y Chile 70%.
Para avanzar en el tema se vienen potenciando algunas iniciativas. “Desde ASBANC estamos trabajando a través del Sistema de Relaciones con el Consumidor, encargado de la relación con los clientes, se ven temas de protección al consumidor y transparencia de información. Tenemos el Centro de Estudios Financieros, que se encarga de todo el tema de educación financiera trabajando con el MINEDU y la SBS. Hay historietas y videos sobre el tema y capacitación para los magistrados”, explica Morisaki.
Es destacable el énfasis puesto en potenciar la educación financiera en los colegios, con cursos que brindan a los jóvenes nociones de lo que es un seguro, una tarjeta de crédito, un aval, una carta fianza, productos de capital de trabajo, créditos solidarios, remesas, créditos para activos fijos, etc., ya que guarda relación con la situación del país, donde un gran porcentaje de jóvenes que salen de los colegio buscarán forjarse un futuro como emprendedores.
Desde el Ceplan, Carlos Anderson resalta acciones estatales como la aprobación de la Ley de dinero electrónico y la puesta en marcha del Modelo Perú de banca móvil y de billeteras electrónicas. “Si combinamos mejor educación financiera con el uso masivo de tecnologías lo que vamos a tener es una mayor demanda por servicios financieros. En general el mundo se encamina a sociedades sin efectivo y nosotros tenemos que caminar también a eso para no quedarnos atrás”, señala.
Este conjunto de acciones puestas en marcha en favor de la inclusión financiera permiten hacer un pronóstico optimista sobre el futuro. “Para el 2030 podríamos llegar a un nivel muy similar al que tiene Brasil (55%) pero todo depende de que los temas que ahora son obstáculos sean trabajados no sólo desde el sector público sino también del sector privado. Ambos de la mano darán impulso a la inclusión financiera en el país”, concluye Morisaki.