Esta alternativa consiste en un contrato de arrendamiento de bienes muebles e inmuebles, en el que la entidad bancaria figura como titular del bien y alquila el producto al usuario.
Según un reporte de la Superintendencia Financiera, con corte a febrero de 2016, las carteras de bancos en créditos, incluyendo el leasing, fue de $347 billones.
Bancolombia encabezó la lista de las entidades bancarias con más capital en su cartera, debido a que registró $81 billones. Esto significa que tiene una participación de 23,3%. A este le siguió Davivienda con $50 billones y el Banco de Bogotá con $49 billones.
Hay que tener en cuenta que, tal y como ocurre en un arriendo cualquiera, el cliente de Leasing no es propietario de los bienes. La diferencia con un arriendo común es que al final del leasing se da la posibilidad de comprar. Este es uno de los múltiples beneficios que ofrece el servicio que, dependiendo de la oferta del banco, está disponible para financiar oficinas, establecimientos comerciales, aparatos, hardware y software.
El leasing cuenta con una gran ventaja tributaria para el adquisisor, pues “como no se es dueño del patrimonio, no se genera impuesto sobre nombre”, lo cual es conveniente al momento de declarar renta, indicó Daniel Castellanos, ex vicepresidente de Asobancaria.
Asimismo, esta alternativa de financiación no requiere el pago de cuota inicial, lo cual le quita un peso de encima a quienes busquen conseguir un bien pero no tienen los recursos necesarios para aportar en un primer momento.
Otro punto a favor es que “el periodo de financiación es igual a la vida útil de un bien”, explicó la docente Neyla León. Esto garantiza que, por ejemplo, no se pague un carro por diez años cuando su vida útil resulta ser de cinco.
Asimismo, “a diferencia del crédito, el producto leasing no requiere colateral o garantía, hecho que permite que sea de mayor acceso, para el sector empresarial”, afirmó la experta.
Otro plus es que la financiación del banco es alta: la entidad aporta el 80%, y el 20% restante proviene de los recursos propios del usuario. En algunas compañías, este porcentaje puede llegar a ser hasta del 90% del valor del inmueble.
Ante la opción de adquirir un bien, hay un plazo de 20 años para su opción de compra. Si se va pagando una casa y se tiene la disponibilidad de comprar, entonces se puede hacer dentro de este lapso.
De otro lado, al igual que un crédito normal, el leasing cuenta con un seguro que toma el arrendatario para responder por los daños que cause.
De hecho, en el banco Bbva, con el leasing habitacional el cliente posee seguro de vida deudor y póliza contra incendios y terremotos, que cobijan tanto al locatario como al inmueble.
El leaseback, un proceso inverso
No solo los bancos tienen la capacidad de hacer leasing, también existe una figura llamada leaseback, con la que el propietario de un bien puede vender sus inmuebles o muebles a una agencia de leasing para realizar un contrato de arrendamiento sobre el bien.
Esta es una buena opción para las empresas que necesitan entrada de dinero pero que buscan asegurar que el producto se pueda recuperar. Así que haga cuentas y tome decisiones para comprar bienes.
La Republica – Colombia
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)