Guillermo Westreicher H.
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Si bien es cierto la utilidad neta consolidada de las 12 cajas municipales de ahorro y crédito (CMAC) reveló una caída de 5.6% en el 2012, William Ferrer, gerente de ahorros y finanzas de la Caja Municipal de Ica, aclaró que sin incluir la Caja Metropolitana de Lima las ganancias se redujeron en promedio 3.9%.
La principal razón –explicó- es la mayor competencia, por la entrada de la banca y sus subsidiarias al sistema microfinanciero, pues las cajas se han visto obligadas a incurrir en mayores gastos administrativos para retener el talento humano.
“Esto sucede también en los bancos pues una entidad líder registró una baja de 30% en sus utilidades. Los términos de competencia han jugado un papel relevante, donde la especialización del analista es la pieza clave. Para evitar que se vaya debo aumentar la remuneración”, señaló.
Otro factor que menguó las ganancias –indicó Ferrer- fue el incremento las provisiones por mandato de la SBS, es decir, el reconocimiento –en un asiento contable- de una deuda que probablemente no será saldada. Esta medida -aseguró- responde a un política conservadora del ente regulador en un ciclo expansivo de la economía con el objetivo de generar reservas.
“Las provisiones disminuyen las utilidades en los Estados Financieros, pero no representan una salida efectiva de dinero porque corresponde a un crédito otorgado hace un año. Solo se reconoce que posiblemente el préstamo no será devuelto, pero contamos con liquidez”, aseveró.
Sin peligro
Para el analista, no hay peligro de un sobreendeudamiento en el sistema microfinanciero, porque a través de Infocorp se puede analizar el perfil del cliente, y los requerimientos de la SBS apuntan a evitar los riesgos de una amplia cartera morosa.
Del total de créditos a las mypes –precisó- el 48% se concentra en tres empresas: BCP, Edyficar y Mibanco. “Ellos han lanzado una mayor oferta de dinero y productos financieros con menores tasas de interés. Nosotros no hemos descremado el mercado”, aclaró.
Ferrer observó además que muchos “clientes A1” de las cajas luego se trasladan a las grandes entidades financieras. “Es como una simbiosis. Nosotros hacemos el trabajo de crear un historial crediticio, formalizar, difundir cultura financiera, y luego los microempresarios que crecen buscan otra alternativa como el mercado financiero tradicional o el mercado de valores”, comentó.
