Personas y empresas que no tiene acceso a las instituciones financieras recurren a sistemas informales para pedir dinero prestado. Además de exigirles pocos requisitos, son rápidos. Sin embargo, este tipo de créditos pueden derivar en una serie de consecuencias, como la extorsión, usura y/o coacción.
A veces la necesidad o urgencia de contar con financiamiento hace que se tomen decisiones apresuradas y equivocadas, como aceptar condiciones injustas en un crédito.
Daniel Linares, socio del Estudio Linares, brinda algunas recomendaciones a tomar en cuenta para evitar este tipo de inconvenientes.
Si se va a tomar un préstamo se debe tener muy clara las condiciones del mismo.
Primero, los intereses. La usura es todo un problema en el Perú, sobre todo en los microempresarios.
Tengan en cuenta que en un préstamo entre personas naturales, la tasa máxima viene regulada y establecida a fin de evitar la usura.
Según el Banco Central de Reserva (BCR), la tasa máxima que se puede cobrar en este tipo de operaciones debe ser equivalente a la tasa promedio del sistema financiero para créditos a la microempresa, y es expresada en términos anuales. Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Otro aspecto a la hora de realizar este tipo de operaciones es averiguar quién es su futuro prestamista.
Evidentemente si lo hago con un banco o con una institución financiera, no debería tener mayores problemas porque son entes regulados pero si lo voy hacer con una persona natural o jurídica, de la cual desconozco las fuentes de su dinero, me tengo que preocupar por saber si estas personas están involucradas en problemas de narcotrafico, lavado o mafias.
Si pacto intereses usureros porque la plata me llegó fácilmente sin que mis prestamistas hayan investigado de forma minuciosa a qué me dedico, o si puedo responder o no, la operación es sospechosa.
“La plata a mí no me la van a regalar, entonces, me queda claro que la cobranza de ese dinero probablemente no sea de forma legal, sino venga mediante coacción. Hay que tener mucho cuidado”, dijo Linares.
Contrato de préstamos
En todos estos casos, es importante que se estipulen las condiciones del préstamo (plazos, tasas, garantías) de forma clara en un contrato.
La modalidad formal para oficiar un préstamo entre particulares es celebrando un contrato de préstamo mutuo, y para eso hay cierta información que es imprescindible tener en cuenta para realizar una gestión efectiva y segura para ambas partes.
Si el préstamo lo va a realizar con una persona de su entorno (familiar o amigo), también es recomendable realizar la operación a través de un documento. Al estar por escrito, evitará pasar malos ratos por alguna mal interpretación de una de las partes.