El aguardiente chileno se ha transformado en un producto de exportación relevante para Chile y por esta razón científicos desarrollaron tecnologías para prevenir los embates del cambio climático en la materia prima, la uva.
Según la agencia EFE, los expertos del Centro Regional de Estudios Agronómicos de la Universidad de Chile (Uchilecrea) estudian hace años los valles de Coquimbo en Chile, con la misión de hacer más eficiente el uso de agua de riego en la elaboración de su aguardiente, por parte de los productores de la Cooperativa Capel.
“Hoy estamos trabajando en un proyecto que busca principalmente optimizar el uso de agua de riego para poder tener una mejor expectativa en lo que es el cultivo, su longevidad y manejo, y por ende su rendimiento”, explicó a Efe Óscar Seguel, de la Universidad de Chile,
La uva para el aguardiente a se cultiva en las regiones de Atacama y Coquimbo, al norte de Chile.
Investigaciones
El principal objetivo de los investigadores es preparar a los agricultores para una eventual escasez hídrica como la que azotó entre el 2007 y 2014 a la zona norte de Chile, que afectó drásticamente las cosechas y dejó sin su principal sustento económico a miles de habitantes.
El ingeniero agrónomo Rolando Saavedra, quien trabaja directamente con los productores, aseguró que su meta es instalar un equipo tecnológico, “con capacidad telemétrica” no visto en la zona, que pueda ser utilizado por los propios agricultores, quienes luego serán asesorados de manera remota.
En la zona ya se instalaron sondas FDR, un sensor que registra el contenido de agua del suelo en forma continua. “Con estos datos los productores pueden saber si está pasado, si está bien o si está bajo el nivel óptimo”, añadió Saavedra.
El director del proyecto, Rodrigo Callejas, precisó que iniciaron este trabajo hace más de cinco años, primero en el Valle del Limarí, cuando la sequía alcanzó su periodo más crítico y actualmente acompañan a los productores del Valle del Choapa; ambas zonas de gran relevancia agrícola para el Chile.
Según los expertos, todos estos esfuerzos son importantes para que los efectos del cambio climático no perjudiquen la producción del pisco, uno de los brebajes más bebidos en Chile y que representa a la nación austral en todo el planeta.
Experiencias
Uno de los productores del Choapa, Pablo Aracena, aseguró que la nueva forma de trabajo implementada por los científicos ha generado “un cambio sorprendente” en la cosecha, debido a que la extracción de uva pisquera alcanzó en el último tiempo las 53 toneladas por hectárea, cuando antes “no era ni la mitad”.