(Agencias).- El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afirmó hoy al Parlamento Europeo que la institución seguirá aprobando financiamiento de emergencia para los bancos de Grecia mientras tenga suficiente efectivo y las garantías funcionen.

“Se continuará prestando liquidez mientras los bancos griegos sean solventes y tengan suficientes garantías”, sostuvo.

“No obstante, en una situación en que el Gobierno griego no tiene acceso a los mercados, esta liquidez no puede usarse para eludir la prohibición de financiamiento monetario como está establecida en el artículo 123 del tratado de funcionamiento de la Unión Europea “, agregó.

La negociación entre Grecia y sus acreedores de la zona euro se quebró el fin de semana. Atenas tiene ahora sólo dos semanas antes de enfrentar un pago de 1,600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).

El presidente del BCE, Mario Draghi, señaló que ahora corresponde actuar al gobierno griego, pues su entidad sigue manteniendo el acceso de los bancos griegos a los créditos de emergencia.

Mario Draghi agregó que el logro de un acuerdo sobre las condiciones para nuevos préstamos era “una decisión política” que deben tomar los mandatarios y no los banqueros.

La falta de acuerdo durante el fin de semana para resolver las estancadas negociaciones sobre el rescate griego inquietó a los inversionistas el lunes, tras meses de conversaciones con los acreedores del país mediterráneo. Las acciones en la bolsa de Atenas cotizaban un 6% más bajas en las primeras operaciones del día, y los mercados abrieron a la baja en toda Europa.

Grecia espera invitación
Grecia está lista para reanudar las negociaciones con sus acreedores internacionales en cualquier momento.

“Estamos esperando la invitación de las instituciones y responderemos en cualquier momento para reanudar las negociaciones”, dijo la oficina en un comunicado.

En tanto, el primer ministro, Alexis Tsipras, dijo hoy al diario Efimerida Ton Syntakton que los acreedores de la eurozona y el FMI habían solicitado una nueva ronda de recortes a las pensiones, algo que su gobierno rechazó.