Hanover, Alemania (Reuters).- La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió contra adoptar actitudes complacientes en la crisis de la zona euro y expresó su inquietud por la falta de avances para controlar los excesos de los bancos y para regular a los mercados financieros.
En una presentación ante más de 900 delegados de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) durante un congreso partidario en Hanover, Merkel dijo que queda mucho trabajo para regular todos los productos, centros y actores financieros, según las metas fijadas por las grandes potencias tras la crisis financiera mundial del 2008/09.
“Tengo que decir que estoy realmente preocupada acerca de mi objetivo de armar un enfoque común sobre el sector financiero, en especial sobre la regulación de los bancos, las operaciones bancarias y los mercados financieros”, dijo Merkel.
La canciller alemana dijo que había que mejorar la supervisión de los bancos y de los fondos de cobertura y prometió presionar en ese sentido al G-20, donde países como Estados Unidos y Gran Bretaña han estado reacios a seguir su ejemplo por temor dañar sus centros financieros.
La presión sobre los países más afectados por la crisis, como España, ha disminuido desde que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dio a conocer en septiembre un nuevo programa de compra de bonos diseñado para apoyar a los estados vulnerables.
Grecia también eludió los daños la semana pasada cuando los ministros de Finanzas europeos acordaron facilitar los términos de su paquete de ayuda, aunque antes de que los fondos sean enviados hacia Atenas es crucial que tenga éxito un plan de recompra de su propia deuda a los tenedores de bonos privados.
“Podría relajarme y decir que el euro está a salvo (…) Pero soy muy cauta a la hora de decir que lo peor de la crisis ha pasado”, sostuvo.
“Esta crisis no se resuelve de la noche a la mañana (…) Será un proceso largo y difícil”, agregó.