Karen Rojas Andia
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Cuando Tim Cook, CEO de Apple, estrenó su cargo en 2011 lo hizo de la mano de un millón de acciones restringidas y valoradas, en ese momento, en US$ 383 millones. Para recibir la totalidad del incentivo, deberá quedarse hasta 2021 en la multinacional californiana.
Son innumerables las empresas estadounidenses dispuestas a invertir millonarias cantidades para ‘fichar’ a los mejores directivos. Pero tampoco son las únicas.
Grandes compañías nacionales ejecutan un novedoso mecanismo que involucra, sobre todo, a ejecutivos top.
El esquema, que recibe el nombre de “signing bonus” o “golden hello” (algo así como “paga de bienvenida”), consiste en un pago que se le hace al talento solo para que firme contrato, sin siquiera haber pisado la empresa.
Circunstancias
Para Diego Cubas, gerente de CL Selection, la fórmula se ejecuta cuando el profesional ocupa una posición clave en la empresa rival, cuando está altamente especializado y tiene capacidad de asumir funciones de complejidad, o cuando podría ocupar un puesto en niveles medios.
Bono extraordinario
La propuesta del “signing bonus” permite captar un ejecutivo dándole un bono de entrada, sin distorsionar las bandas salariales, precisa Vanessa Palomino, directora de Negocios de Cornerstone Executive Search.
“En lugar de colocar la remuneración del ejecutivo 50% por encima del nivel salarial de otros profesionales de casi la misma categoría, muchas empresas prefieren otorgar solo un aumento de 20% y ofrecerle un “signing bonus”, que no forma parte de la remuneración”.
Cálculo de incentivo
Guillermo Winter, director de Headhunters Perú, refiere que el bono se calcula en función de que el beneficio de captar a un determinado profesional sea bastante más alto que el costo del bono.
“Una organización que quiera tener un crecimiento rápido en ventas buscará quizá a alguien que tenga una cartera de clientes atractiva, y para atraerlo le ofrecerá el pago de un bono por la firma del contrato”, asevera.
¿En efectivo o en acciones?
El gerente de CL Selection estima que los “golden hello” en el Perú pueden oscilar entre los US$ 10 mil y los US$ 250 mil. Las estrategias de pago son diversas.
Mientras ciertas compañías peruanas pueden otorgar el bono a través de un solo pago en cheque, algunas prefieren entregar una parte del monto correspondiente con la firma del contrato y el resto de cara a los siguientes años.
Otras empresas otorgan el “signing bonus” en acciones. Como en el caso de Tim Cock, la organización puede otorgarle al ejecutivo, digamos, US$ 100,000 en acciones, con un acuerdo que estipula que el 50% puede venderse con la firma del contrato y el otro 50% dentro de cinco años.
“Si el profesional renuncia antes, pierde el (50% del) dinero, eso hace que le cueste marcharse a otra empresa”, indica, por su parte, Winter Mickman. Ese mecanismo, además, ayuda a compensar el riesgo de que el directivo fichado no contribuya lo suficiente.
“No solo se asegura la retención del ejecutivo; por otro lado, si esa persona no tiene el desempeño esperado y la compañía lo desvincula antes, el profesional solo habrá cobrado un porcentaje del incentivo”, dice Vanesa Palomino.
Pero recibir un incentivo en acciones puede traer enormes ventajas. “Hay compañías que, digamos, entregan un pago de bienvenida por ‘x’ acciones valorizadas, al día de hoy, en US$ 250,000 que solo pueden venderse dentro de cinco años, si transcurrido ese tiempo, el valor de esas acciones incrementa a US$ 1 millón, el profesional podrá llevarse, sin inconvenientes, todo ese monto”, cuenta Diego Cubas.
Lo que involucra una decisión
Las empresas del sector minero son las que más efectúan este tipo de prácticas. Las que pertenecen al rubro de banca y finanzas apuestan, en mayor medida, por el “golden hello”. Contrariamente, a las compañías de consumo masivo.
Para la directora de Negocios de Cornerstone Executive Search, las mineras ofrecen normalmente una “paga de bienvenida” al buscar profesionales que lideren proyectos.
“Solo cuando una minera está en etapa de operaciones genera utilidades, que puede corresponder hasta más de 12 sueldos, eso no ocurre cuando está en proyecto. De tal manera, si esa compañía desea ‘jalar’ un talento de una firma en operaciones para una fase de proyecto, entonces le dará un “signing bonus” equivalente a las utilidades que le tocaría percibir”.
En general, cuando una empresa rival busca captar un ejecutivo clave antes de marzo o abril, meses durante los cuales se efectúa el pago del bono anual, el profesional lo pensará dos veces porque no deseará perder ese dinero, no obstante, es ahí donde muchas organizaciones ofrecen la llamada “bienvenida de oro”, para que la persona en cuestión pierda ese bono pero con el dinero ofrecido equipare la perdida.
Otro mecanismo: Golden Parachute
No son pocas las empresas que están próximas atravesar un proceso de fusión, adquisición o restructuración, lo que podría conllevar a la desvinculación de personas clave, no por una razón de performance.
Para ello, algunas firmas se preparan y le ofrecen un “golden parachute” al profesional que podría resultar desvinculado. “Se trata de un bono de salida estratégico”, resume Cubas.
“No es más que un ingreso que se otorga al margen de que un proyecto minero, por ejemplo, continúe o no. Si se desestima, se vende o se paraliza, esa persona ya tiene su año asegurado”, complementa Palomino.
Cifras y datos
Caso Apple. Tim Cock cobrará el 50% de las acciones en 2016 y el resto en 2021.
Excepcional. El “signing bonus” más alto a una ejecutiva en toda la historia de EE.UU. es de Angela Ahrendts, de Apple Retail.
Desplome. Bajo la gestión de Leo Apotheker en HP, las acciones cayeron, por lo que se fue a los diez meses sin cobrar el total del bono.
En corto
Críticas. Muchos inversores guardan cierto escepticismo con respecto a los “golden hello” o bienvenidas de oro. Afirman que se trata de un incentivo desconectado de los resultados que el consejero delegado o el ejecutivo pudiera mostrar a lo largo de su permanencia en el puesto.