Jerry Brown se desempeñó como gobernador de California en las décadas de 1980 y 2010. Jack Dorsey fundó Square entre sus dos períodos como CEO de Twitter. Incluso la leyenda Michael Jordan fue beisbolista antes de regresar al basketball para llevar a los Bulls a ganar tres campeonatos más. Todos estos son ejemplos de una tendencia creciente llamada “efecto boomerang”.
Un empleado ‘boomerang’ es alguien que deja una empresa, trabaja en otro lugar por un tiempo, y luego regresa. Puede parecer raro, pero se está volviendo más común, en gran parte debido a la frecuencia con la que los trabajadores cambian de trabajo hoy en día.
Si pensamos en las generaciones anteriores, se solía ver mal si alguien cambiaba de empleo cada dos años o incluso de carrera más de un par de veces.
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Sin embargo, durante los últimos 20 años, casi se ha duplicado el número de empresas para las que la gente trabajó en los primeros cinco años luego de graduarse, según un estudio reciente de LinkedIn.
Las personas que se graduaron a finales de la década de 1980 tuvieron un promedio de más de 1.6 puestos de trabajo, y las personas que se graduaron entre el 2006 y 2010 tuvieron un promedio de cerca de 2.85 empleos.
En el actual mercado laboral, los empleados podrían dejar una empresa grande para experimentar cómo les va en una startup, en una nueva industria, o incluso volver a la universidad para seguir un posgrado. Y si bien en el pasado las compañías desalentaban la contratación de exempleados, ahora más y más compañías de hecho están buscando reclutar de nuevo a antiguos buenos colaboradores.
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Una nueva investigación muestra que los vientos están cambiando a favor de los empleados ‘boomerang’. Una reciente encuesta de Workplace Trends reveló que “casi la mitad de los profesionales de recursos humanos dijo que su organización tenía antes una política en contra de volver a contratar a exempleados, incluso si el empleado se alejó en buenos términos, pero el 76% dice que ahora están más abiertos a contratar empleados ‘boomerang’ que en el pasado”. Y tienen razón de hacerlo.
Los ‘boomerang’ pueden ser excepcionalmente valiosos para el crecimiento de una empresa porque ya están familiarizados con su cultura. Existe una relación establecida entre empleado y empleador que añade otra capa de lealtad de los empleados a la empresa, que a su vez conduce a un aumento de la retención de talento. Los ‘boomerang’ que han estado fuera durante unos años también aportan un valor directo al negocio, pues traen consigo nuevas experiencias, conexiones, puntos de vista, e incluso clientes potenciales.
Debido a esto, la forma en que las empresas y sus empleados se separan ha cambiado por completo. Trabajé en unas pocas empresas que me cerraron la puerta por completo cuando les dije que quería dedicarme a otras actividades. Su respuesta cambió mi perspectiva sobre ellas de forma negativa y borró cualquier idea que podría haber tenido de volver algún día.
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Afortunadamente, la mayoría de empleadores entienden hoy que la lealtad no desaparece cuando los empleados dejan la empresa; más bien, puede mantenerse durante toda su carrera y florecer con el tiempo a medida que recorren el mercado laboral.
Mi época en Microsoft es un gran ejemplo de esto. Cuando dejé mi puesto allí hace casi una década, mi equipo y el gerente se mostraron muy positivos y alentadores acerca de mis aspiraciones. Ocho años más tarde, estoy emocionado de ser pronto parte de la familia (ahora más grande) de Microsoft, puesto que la empresa se aseguró de que yo supiera que siempre tenía un lugar allí.
A nadie debería sorprender que la tendencia ‘boomerang’ viene siendo promovida por la generación del milenio. El sondeo de Workplace Trends muestra que casi la mitad de los millennials encuestados para el estudio dijeron que considerarían volver donde un antiguo empleador, en comparación con alrededor de dos tercios de los baby boomers y la Generación X.
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Pero pasar de empleo a empleo no significa que los empleados son menos leales hoy en día, sino que simplemente el concepto de lealtad ha evolucionado. Puede que los empleados se muevan más, pero también siguen estando mucho más conectados con anteriores empleadores. Los medios sociales y redes de exmiembros de una organización han jugado un papel crucial en ayudar a mantener la conexión entre empleadores y sus ex empleados.
Si bien la idea de mantener a exmiembros involucrados solía estar confinada al ámbito académico, ahora es una tendencia creciente en la fuerza laboral. El programa de miembros de LinkedIn comenzó como un grupo en LinkedIn que algunos exempleados crearon por su cuenta en el 2014. Hoy en día, nuestra propia red de exmiembros cuenta con más de 3,300 miembros, que incluye ex y actuales empleados. De esta manera, los miembros pueden crear relaciones y sentir que siguen siendo parte de la empresa.
Como líder del equipo de captación de talento en LinkedIn, uno de mis principios rectores es que las conexiones son importantes. Los buenos reclutadores saben que la mayoría de empleados no trabajarán en la misma empresa durante toda su carrera, e que si bien un empleo quizás no dure, las conexiones si lo harán.
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Mi actual lema es: “Ven a LinkedIn, forma parte de nuestra familia, quédate mientras tengas retos por cumplir y te sientas satisfecho. Vamos a ayudarte a llegar a donde quieres ir, ya sea aquí o en otro lugar. Ah, y si quieres volver a LinkedIn por la oportunidad adecuada, ¡la puerta está siempre abierta!”
Una de mis historias favoritas de empleados ‘boomerang’ en LinkedIn es la de Josh Walker, que es ahora director de búsqueda e infraestructura de descubrimiento. Josh dejó LinkedIn para lanzar una startup, pero se mantuvo conectado con muchos de sus colegas y contactos de LinkedIn. A través de estas conexiones, un antiguo colega de Josh en LinkedIn lo contactó para proponerle un nuevo papel en el equipo y animarlo a volver. Josh regresó y ha estado trabajando en LinkedIn desde hace casi un año. Me dijo que si no fuese por la política abierta de LinkedIn y las conexiones que creó, no habría tenido esta oportunidad en su carrera.
En última instancia, si usted decide dejar un trabajo, es importante terminar la relación en buenos términos y mantener contacto con su empleador. Si ir a una entrevista de trabajo es equivalente a una cita, aceptar una oferta es como firmar un contrato de alquiler y renunciar es similar a una ruptura amorosa. Cuando usted decide que es hora de tomar otro rumbo, no hay razón para no seguir siendo amigos. Quien sabe, tal vez los caminos se crucen de nuevo otro día.
Por Brendan Browne, vicepresidente de captación de talento mundial en LinkedIn.