La tiranía de la transparencia también afecta a nuestro currículo, y a la importancia que éste tiene cuando buscamos un trabajo. Somos lo que nuestros amigos creen que somos; lo que valen y pesan nuestras interacciones; la imagen que damos en las redes sociales. Y nuestro currículo pasa de ser meramente descriptivo a convertirse en cualitativo, porque somos cada vez más transparentes.
Todo cambia, y de la misma manera que suele decirse que no puede darse ya a la entrevista de trabajo una validez absoluta porque este encuentro personal tiene una eficacia relativa para chequear algunos aspectos, y nadie puede conocer a una persona en dos horas, también parece admitirse que la simple lectura de la vida laboral ya no permite al reclutador percibir qué tipo de profesional tiene delante, y hoy se tiende a tener en cuenta el peso de la personalidad y de los valores del candidato.
En este sentido Cristina Villanova, directora general corporativa de Catenon, afirma que “la identificación de profesionales ya no se hace sólo a través de la búsqueda de currículos, sino a través de ítems de información indexados en la Red, que pueden darnos pistas para encontrar a los mejores profesionales para un puesto”.
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Villanova añade que “la evaluación de un CV ya no es suficiente para valorar a un profesional. Su huella digital, con la información indexada en redes, es tremendamente valiosa para una valoración más completa, y para verificar y contrastar la información proporcionada. La tecnología ha abierto nuevos horizontes para que nuestra presentación como profesionales a las compañías sea más atractiva, más diferencial”.
Para la directora general corporativa de Catenon, un currículo concebido tradicionalmente no tiene vida, “es difícilmente actualizable en las diferentes bases de datos, y no brinda demasiadas posibilidades de diferenciarse.
Formatos como About.me, los videocurrículos y otras herramientas que permitan aglutinar toda la información profesional, como participaciones en foros, vídeos, iniciativas, etcétera hacen que el candidato sea auténtico y genuino, que la información sea mucho más rica, ofrece muchos más matices e incrementa la oportunidad de ‘venderse’ como profesional”.
Parece que las necesidades de reinvención profesional y de diferenciarse del resto han hecho que el currículo quede relegado. ¿Es realmente así?
Cristina Villanova explica que “el CV se sigue utilizando para recoger el perfil profesional, y las aportaciones de la tecnología a este aspecto han hecho que haya evolucionado el formato de lo que tradicionalmente se considera una vida laboral: ya no es sólo un documento en papel con la estructura tradicional, sino que también puede ser un perfil en About.me, que puede ser incluso más atractivo y válido, o un buen perfil en redes profesionales”.
Para Villanova, “la esencia del currículo permanece, pero se han abierto multitud de posibilidades con la tecnología, que no sólo no hay que obviar. Conviene aprovecharlas y explotarlas en nuestro beneficio. En breve ya no hará falta ni hacer el currículo, porque contaremos con herramientas que aglutinen toda la información contenida en diferentes fuentes de información”.
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Todavía es válido
Cristina Soler, talent consultant coordinator de Experis, asegura que “el currículo sigue siendo la herramienta más potente de trabajo. Ahora hacemos reclutamiento por otros canales (LinkedIn , Facebook , Twitter ), y esto cambia la difusión de la oferta, pero la herramienta sigue siendo el CV , en el que se valora sobre todo la trayectoria profesional y las referencias”. No cree que se trate de algo desfasado, porque su contenido sigue siendo importante. Cambia la difusión, y nuestra trayectoria ahora está en las redes sociales.
Nuria Esparza, directora de atracción de talento de Adecco, también cree que el currículo sigue presente en todo el proceso de selección: “Las redes sociales o la marca personal son vías de contacto para impactar, pero cuando se produce ese contacto lo que se da es la revisión de tu CV . Se trata de tu trayectoria profesional”.
Sobre la pertinencia de los currículos “especiales” o diferentes, Esparza afirma que éstos son válidos para llamar la atención en determinados puestos, en sectores como márketing o comunicación, y para demostrar determinadas capacidades o habilidades. En todo caso, sugiere una cierta adaptación: “No se trata de hacer un CV genérico y mandárselo a cualquiera. Hay analizar las oportunidades, dónde quieres ir, adaptarlo al puesto o a la empresa a la que quieres ir. Adaptar el currículo nos da una ventaja considerable”.
Cómo adaptar la ‘vida laboral’
- *Para diseñar un currículo eficaz que te distinga has de tener en cuenta que para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus éxitos pasados y la forma tradicional en la que los vendes. Quien analiza tu pasado laboral a través del currículo, y trata de pronosticar tu comportamiento se dará cuenta de que tu historia anterior en otra empresa no suele repetirse en la nueva.
- *Demuestra que puedes ofrecer verdadero valor para el futuro empleador. Los contenidos de tu CV deben reflejar los talentos y habilidades que eres capaz de ofrecer en el nuevo puesto.
- *Desarrolla habilidades y capacidades que tienen que ver con la flexibilidad y la adecuación al nuevo escenario laboral. Los empleadores valoran la capacidad de reacción inmediata ante el cambio, porque las empresas no tienen tiempo para planes de formación.
- *Tu estrategia respecto del CV tendrá que cambiar si tienes en cuenta que se acabaron los anuncios de trabajo de toda la vida. Aparecen nuevas exigencias que responden a una nueva manera de reclutar: tiene que ver con una capacidad para sintetizar los valores de las compañías, y transmitirlos a quien los pueda entender.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
