Richard Manrique Torres
Enviado especial a la CADE 2013
richard.manrique@diariogestion.com.pe
Las microfinanzas son percibidas como el sector que tiene las tasas de interés más altas en el Perú, pero si comparamos con la realidad de otros países de América Latina, esa percepción no es cierta, advirtió Eduardo Torres Llosa, gerente general del BBVA Continental, durante su exposición en la CADE Ejecutivos 2013, en Paracas.
Para demostrarlo, citó un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Las tasas de interés que se cobra a los microfinancieros en el Perú es del 27%. Seguramente a unos les parecerá una tasa muy alta y a otros una tasa altísima. Pero en la región el promedio es de 29%, muy por debajo del 35% de Chile y el 78% de México”.
Hay dos razones que explican esta situación de ventaja: “En Perú la cartera de crédito es de 7,000 millones de dólares, en Chile de 4,000 millones de dólares, y en México de 2,000 millones de dólares”.
Otra explicación: “En Perú existe el mejor entorno para hacer microfinanzas en la región”. Y allí citó el documento del BID: Esto es “medido en términos del marco regulatorio y prácticas, y marco institucional con un factor de ajuste (estabilidad que busca reducir las conmociones políticas que puedan afectar el sector de las microfinanzas”.
¿Y cómo podríamos hacer que este fenómeno de extienda a todos los productos de crédito? “La respuesta es evidente –dijo Torres Llosa-: seguir creciendo en un entorno de estabilidad”, porque aún nuestro sistema financiero es pequeño.
El sector financiero peruano en términos relativos, a diciembre del 2012, mueve 66,000 millones de dólares; el chileno 206,000 millones de dólares; y el mexicano 104,000 millones de dólares. “Somos todavía un sistema financiero relativamente pequeño. A Dios gracias esto no va ser siempre. Estamos creciendo más rápido que nuestros vecinos”.
Demostración de esto último, es el crédito hipotecario que tienen tasas de intéres por debajo del 10%, a tasa fija y hasta en veinte años; cuando antes era de 18% o 19%.
“Se puede hacer para que las tasas activas y pasivas bajen mucho más rápido. Tenemos que trabajar con el regulador. Todo lo que sea trabajar un marco regulatorio e institucional que fomenten el pago puntual. Lo importante y central para que el crecimiento sea sostenible, es que sea natural, permanente, con crecimiento y estabilidad macroeconómica”.