El cese del presidente del Banco Vaticano, acusado de filtrar documentos confidenciales fue el primer hecho causó revuelo en el 2012. A ello le siguió la captura de Paolo Gabriele, mayordomo de Benedicto XVI, a quien se le encontró una pila de documentos privados en su casa. En medio de una “hemorragia de escándalos” como lo calificó El País, surgieron protestas por la desaparición, hace tres décadas, de Emanuela Orlandi, vinculada a un secuestro para celebrar “fiestas sexuales” en la Santa Sede.