(Bloomberg) El decreto del presidente Barack Obama relativo a la inmigración permitirá a las empresas estadounidenses contratar en forma temporaria más graduados universitarios pese a no llegar a ampliar el programa principal privilegiado por las compañías de tecnología, conocido como visas H1-B.
Obama ampliará el programa de capacitación que permite a los ciudadanos que obtienen títulos estadounidenses en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática trabajar en el país durante un período de hasta 29 meses. La disposición relativa a la capacitación es utilizada por empresas como Twitter e Intel.
El presidente no aumentará la cantidad de visas H1-B para los trabajadores más calificados importantes para la industria tecnológica, ni autorizará un número mayor de las llamadas tarjetas verdes para otorgar residencia permanente.
Esto significa que el efecto del decreto de Obama es limitado dado que constituye sólo un “arreglo temporario”, dijo Emily Lam, vicepresidenta de asuntos federales para Silicon Valley Leadership Group con sede en San José, California. La asociación del sector representa a casi 400 empresas, en su mayoría de tecnología.
“Seguimos necesitando una solución legislativa ya que la preferencia de muchas empresas es tener disponibles más tarjetas verdes”, dijo Lam en una entrevista telefónica. “Este es un buen comienzo”.
Obama no tenía, probablemente, alternativa.
Neil Ruiz, analista sénior de política en el Instituto Brookings de Washington, dijo que Obama probablemente optó por ampliar el programa de Capacitación Práctica Opcional debido a que aumentar las visas H1-B habría resultado más difícil sin el respaldo del Congreso. El programa de capacitación es administrado por una rama del Departamento de Seguridad Interior.
Sin el Congreso
“Muchas empresas preferirían visas a más largo plazo”, dijo Ruiz. El programa de capacitación “no está pensado como un programa de trabajo a largo plazo, pero quizá sea lo único que Obama puede hacer sin el Congreso”.
Los ejecutivos de tecnología se quejan desde hace tiempo de la escasez de talento en los Estados Unidos y han ejercido presión sobre el Congreso para elevar el número de visas H1-B a más largo plazo para trabajadores calificados.
Dichas visas se limitan a 65,000 al año para la población general, más otras 20,000 para personas con títulos estadounidenses avanzados. Un proyecto de ley migratoria sancionado por el Senado en 2013 habría elevado dichas cifras.
Aunque no sea su primera opción, las empresas de todos modos están dispuestas a utilizar la iniciativa de capacitación a más corto plazo. Intel, con sede en Santa Clara, California, y Twitter, con sede en San Francisco, han encontrado trabajadores de esta manera.
La “autorización para trabajar (del programa) es muy importante para Twitter ya que nos permite contratar a los graduados mejores y más brillantes de las universidades estadounidenses independientemente de su nacionalidad”, dijo Natalie Miyake, portavoz de Twitter, en un correo electrónico.
Intel también utiliza el programa para contratar a estudiantes extranjeros, dijo Lisa Malloy, una portavoz de la empresa. La compañía debe cubrir unos 1,000 empleos, según su sitio en Internet.
El programa que ampliaría el plan de Obama tiene algunas desventajas.
Puede crear un incentivo para contratar graduados extranjeros de universidades estadounidenses en detrimento de sus pares americanos, dijo Daniel Costa, director de investigación sobre política y derecho migratorio en el Economic Policy Institute con sede en Washington.
En las discusiones sobre política, la organización trata, dice, de incluir las necesidades de los trabajadores de ingresos bajos y medios.