(Boston).- Las empresas peruanas aún no estarían listas para afrontar plenamente un boom gastronómico en el mundo. Las firmas deben garantizar que sus productos sean de alta calidad y, además, sean sostenibles. Así lo indicó el chef Jose Duarte, peruano propietario del restaurante Taranta en Boston, que ofrece una fusión ítalo-peruana a sus comensales.
“Los productores deben asegurar que el producto sea bueno, conseguir una fórmula en la que puedan competir sin necesidad dañarse el uno al otro y para nosotros tener un producto de calidad óptima. Y siempre manteniendo un balance ecológico y de sostenibilidad, que sea lo más natural posible”, sostuvo.
Sobre el tema de la producción sostenible, el chef explicó que hay tres aristas a considerar: Ambiental, social y económico. Estas características -aclaró- son muy valoradas en mercados como el norteamericano, donde los consumidores tienen un nivel de sofisticación en el que no basta con alta calidad, también preocupa que detrás haya un proceso productivo responsable.
Duarte señaló que el crecimiento de la gastronomía peruana es un hecho que se nota, y esto ha impulsado a que la demanda (y los precios) de los insumos producidos en nuestro país hayan subido.
“Es importante que haya un poco de inversión, ya sea privada o a nivel gubernamental de soporte, para que este crecimiento sea controlado y medido”, dijo y añadió que esto sería importante para asegurar un suministro constante a los restaurantes y consumidores finales.
Sin embargo, lamentó que la escala de producción aún sea reducida y no se puedan lograr eficiencias. En ese sentido, recomendó invertir en relaciones institucionales para incentivar una mayor producción. “Imagínate que se utilice pasta de ají amarillo en servicios institucionales, como hospitales y clínicas, como parte de la comida que se sirve”, apuntó.
Finalmente, el chef recalcó el carácter único e insustituible que tienen los productos peruanos. Por ejemplo, destacó que él utiliza una chancaca peruana como ingrediente, y no ha podido encontrarle un sustituto que se asemeje. “El cliente se endulza con esta chancaca y le gusta de una manera que no se puede replicar con otro producto”, finalizó.