Los ejecutivos que se preocupan por tener un look apropiado en la oficina cuentan con tres alternativas: las camisas de colores sólidos, a rayas y a cuadros. Cada una de éstas prendas debe seleccionarse en función a la textura, calidad y color del terno, para finalmente escoger la corbata a usar.
Así lo recomendó el especialista en moda masculina, Mario Delgado, quien precisó que muchos suelen hacer las cosas al revés, al adquirir la camisa, la corbata, para luego buscar un terno con qué utilizar estas prendas. Craso error.
Con respecto a las combinaciones, explicó que las camisas de colores sólidos son prácticas porque pueden usarse con corbatas de un solo tono, a rayas o a cuadros. “Si la camisa es a rayas, puede usarse una corbata en color sólido o también a rayas, mientras que la camisa a cuadros funciona bajo la misma dinámica”, agregó.
En ese sentido, lo ideal es que los colores estén dentro de la misma gama. Es decir, una camisa rosada combina muy bien con una corbata guinda, al igual que una camisa celeste con una corbata azul. “La corbata nunca debe ser de tono más claro que la camisa, esto es una norma”, subrayó el también blogger de Llentelman.
La camisa perfecta
Mario Delgado anotó que fijarse en el ancho de los hombros de la camisa es elemental. “La camisa debe descansar justo en el punto que termina el hombro y empieza el brazo”, dijo.
En cuanto al ancho de la camisa en sí, señaló que algunas de estas prendas llevan un doblez (incluso dos) en la espalda, lo que significa que son ideales para personas de contextura gruesa; en tanto, las camisas con pinzas en la parte de adelante o de atrás son perfectas para ejecutivos delgados.
El largo de las mangas y el ancho del cuello también son detalles a tomar en cuenta al momento de adquirir una camisa nueva, aunque éstos últimos son más sencillos de modificar.