El pastel de quinua relleno de caballa que presentó el Comedor Popular Simón Bolívar de Arequipa ganó el I Concurso Gastronómico de Comedores Populares “Pescado, rico y nutritivo para toda la familia”, organizado por el Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.
El comedor arequipeño, cuyo plato se inspiró en el tradicional rocoto relleno, se hizo acreedor de una mesa de trabajo de acero de inoxidable, una canasta de utensilios de cocina, una cocina semiindustrial, un juego completo de ollas, un juego de bols de acero inoxidable, una licuadora y una congeladora.
El jurado calificador estuvo conformado por los chefs: Mitsuharu Tsumura, José del Castillo y Flavio Solórzano, así como por Teresa Blanco, directora de Nutrición de la Universidad San Ignacio de Loyola.
Lima se alzó con el segundo lugar, gracias al Comedor Popular Huerto del Edén que presentó un ají de quinua con anchoveta, haciéndose acreedor de una mesa de trabajo de acero inoxidable, un juego completo de ollas y un juego de utensilios.
El tercer lugar recayó en el Comedor Popular Laura Caller Iberico de la región Callao, que presentó el chaufa peruano.
Y el cuarto puesto fue para el del Comedor Popular Sarita Colonia de Ayacucho que presentó la puca picante con chicharrón de anchoveta. Ambos comedores fueron premiados con una mesa de trabajo de acero inoxidable y una canasta de utensilios.
El concurso convocó a 137 comedores populares de 8 regiones del Perú, de los cuales 10 finalistas participaron con sus creativas recetas en la Gran Final realizada en la Explanada Sur del Estadio Nacional, donde se contó con la presencia del viceministro de pesquería, Juan Carlos Requejo y del reconocido chef Gastón Acurio.
Escuela de Cocina
Durante su disertación, Acurio propuso la creación de una Escuela de Cocina para madres de familia de Comedores Populares, que se orientaría a potenciar sus talentos culinarios, adquirir conocimientos sobre administración de comedores populares y aprender a crear sus propios negocios.
Acurio propuso que los comedores puedan convertirse en centros de desarrollo, donde no solo se alimente a la población sino que también puedan existir en sus instalaciones centros de asesoría legal, asesoría técnica y hasta centros de internet, donde los jóvenes se comuniquen con el Perú y el mundo.