¿Cuál es la clave para conservar su empleo y llegar a ser jefe?

La adaptación es el gran desafío para aumentar tu empleabilidad. El 66% de las empresas demanda profesionales con esta capacidad, a la que suman el aprendizaje continuo y la movilidad.

“El aprendizaje nos aleja del miedo y la curiosidad es la mejor herramienta para la adaptación”. Para Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, éstas son las claves para la adaptación al entorno laboral en el que nos ha tocado vivir.

Las empresas y los individuos deben ser conscientes de que lo de hoy caducará en poco tiempo, y que el futuro cada vez es más incierto. La resiliencia, la capacidad que desarrolla el ser humano para superar la adversidad, es definitiva.

Menciona Jericó un reciente estudio de la Universidad de Harvard que identifica las cuatro habilidades que poseen las personas de alto potencial: visión e intuición; curiosidad y aprendizaje; compromiso; y, por último determinación.

“Hay un análisis asociado a estas conclusiones que habla de la mentalidad de crecimiento frente a la rígida. En el primer caso, si la persona se equivoca, en su cabeza se produce una fiesta neuronal para identificar la causa del problema. Es una excusa para ponerse a trabajar; al contrario que aquellos con una mentalidad rígida, que no reaccionan”.

La demanda
Esta capacidad de adaptación es uno de los grandes desafíos de hoy y… de los próximos cuatro años para el 66% de los directivos. Así lo confirma el estudio Soft Skills 4 Talents, llevado a cabo por Human Age Institute en 8 países europeos.

Esta adecuación es una prioridad, y se define como la capacidad de adaptarse de forma rápida a una organización, tener un perfil transversal y ser capaz de realizar diversas tareas. La capacidad de aprendizaje continuo -learnability-, con un 25%, y la movilidad -mobility-, con un 9%, serían menos importantes para el éxito profesional en un futuro cercano.

En cuanto a las competencias transversales más importantes, los máximos responsables de las empresas españolas señalan la resolución de problemas (70%), la inteligencia emocional (66%) y la toma de decisiones (63%) como las más demandadas en todos los perfiles. José Manuel Chapado, socio de Éthica Consultores, apunta que “la inteligencia emocional nos permite convivir y también tomar las decisiones adecuadas. En el primer ámbito las empresas, más o menos, han hecho ya sus deberes: el trabajo en equipo y la colaboración fluye con mayor o menor fortuna”.

Sin embargo, apunta que “es en la toma de decisiones valientes donde la carencia actual es mucho mayor. Ante situaciones de dificultad e incertidumbre unas personas se arrugan, otras no. Ahí se mide la talla de un líder. Se necesitan profesionales capaces de afrontar”. Según Jericó, “la inteligencia emocional es una carrera de por vida. En algunos casos es innata, pero en otros requiere un aprendizaje continuo”.

El informe de Human Age señala el pragmatismo y lo tangible como las habilidades más demandadas actualmente. Y, a pesar de la revolución tecnológica, solo el 15% de los directivos manifiesta que las competencias digitales son una habilidad clave.

Junto con ella cierran la clasificación el seguimiento y control (21%) y la transmisión de conocimientos (15%). Para hacer frente a esta volatilidad y constante cambio, los directivos aseguran centrar sus esfuerzos y recursos en fidelizar (40%) y desarrollar (26%) a sus profesionales.

María José Martín, directora general de Right Management, explica que “esta cifra ha aumentado doce puntos porcentuales respecto al año anterior, situándose en el nivel más elevado desde 2008, de ahí la importancia de la fidelización. Ésta se consigue ofreciendo una proyección de carrera. Ya no existe el trabajo para toda la vida. El talento elige el empleador que impulse su empleabilidad mediante formación o conversaciones de carrera, por ejemplo”.

Salir de la zona de confort.
Si hace tiempo que vas al trabajo pero no a trabajar, probablemente vives en esa zona de confort en la que todo está controlado… pero también en la que permanecerás ‘sine die’ si no tratas de buscar un aliciente.

Esa situación en la que viven muchos profesionales es perniciosa, en tanto y cuanto, suele desembocar en lo que se denomina el ‘síndrome de despido interior’ que acuñó hace años Lotfi El-Ghandouri, para denominar a aquellos empleados que están en su puesto, realizando otro tipo de actividades o simplemente no trabajando: “Se trata de un proceso paulatino que lleva a tirar la toalla poco a poco, tras no haber conseguido los resultados y satisfacción esperados”, explicaba a EXPANSIÓN.

Salir de la zona de confort es el primer paso para adaptarte a un entorno lleno de posibilidades laborales. José Manuel Chapado, socio de Éthica Consultores, explica que “nos sentimos vulnerables cuando nos faltan las respuestas a la triple pregunta: ¿seré capaz?, ¿qué va a ocurrir? y ¿qué dirán?. Y es entonces cuando nos suceden las mejores cosas. Solo fuera de las áreas de confort aprendemos y crecemos. Se trata de disfrutar con lo nuevo, y no de tenerle miedo”. Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, coincide y propone a las empresas crear espacios de aprendizaje para fomentar el cambio.

Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

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