Es recomendable prestar especial atención a los beneficios, planes y propósitos de la firma para la que labora. Esto le dará una idea sobre la situación actual de la organización y deducir si la misma estaría contemplando la posibilidad de reducir la planilla de trabajadores en un futuro cercano.
Si analiza los resultados del anterior año y encuentra que los objetivos para el presente fueron “ajustados” a la baja, entonces podría encender una primera señal de alerta. Sin embargo, esta información debe tomarse con pinzas.
Otro punto a tomar en cuenta corresponde a la relación contractual. Si su contrato laboral está próximo a vencer, y a ello le suma las señales de recorte, hay un alto porcentaje de probabilidades de que usted esté en la lista de despedidos.
Su antiguedad en la empresa puede representar un factor relevante. Si lleva poco tiempo trabajando para ésta, su situación puede ser delicada. En circunstancias difíciles, el despido de trabajadores recientemente incorporados suele ocurrir debido a que los costes de indemnización son menores.
Nadie es imprescindible en una organización. Pero quienes ocupan puestos clave, es decir, su grado de especialización les permite efectuar determinadas actividades para la firma, son menos propensos a un despido.
Si usted desempeña funciones que pueden ser realizadas sin demasiadas complicaciones por otras personas, tendrá mayores motivos para preocuparse, no obstante, prepare el terreno si se ve fuera de la empresa.
Los colaboradores con sueldos elevados no deben mostrarse confiados. Muchas firmas observan y evalúan con detenimiento y especial énfasis cuáles son las contribuciones o aportes que hacen estos empleados. Agregar valor al trabajo es vital -sobre todo- en épocas complicadas para la organización.
El último punto a analizar es el valor que aporta el departamento o área en que usted se encuentra. Según el portal Expansión.com, éste puede ser también un factor determinante para sospechar que está en la lista fatídica.
¿Cómo reaccionar?
Converse con su jefe para esclarecer si realmente la compañía buscará efectuar algunos ajustes. De ser así, consulte sin temores sobre su situación actual y si le esperaría un futuro dentro de la firma. Pida sinceridad.
El valor añadido es clave. No espere hasta el último momento para aportar un plus. En contextos complicados, demuestre un correcto desempeño laboral, ponga a prueba su flexibilidad y cuide su imagen.
Mantenga una actitud positiva. La desvinculación puede significar un punto de inflexión en su carrera para pasar a una etapa mejor, no la considere como el fin de su vida profesional. Evite emociones negativas, ya que pueden perjudicar su búsqueda de trabajo.
Evite perder el tiempo en rumores y chismes. Esto puede comprometer su desempeño laboral. Al menos, procure marcharse amparado en una buena reputación.