Aunque grandes empresas han mostrado su desacuerdo con la flexibilidad laboral -la consejera delegada de Yahoo!, Marissa Mayer, desterró el teletrabajo-, muchas otras pueden implementar esta práctica para obtener mejores resultados en materia de productividad.
El incremento del desempeño laboral -según los expertos- responde a que los colaboradores tienen mayores oportunidades para conciliar su vida profesional con su día a día en el aspecto personal.
Entre otras beneficios que proporciona la instauración de la flexibilidad, destacan el ahorro de espacio para la empresa, la sostenibilidad y la mayor capacidad de la firma para atraer y retener a los mejores talentos.
No obstante, no todas las organizaciones están preparadas para adoptar esta estrategia. “El método requiere madurez por parte de los empleados y también de los mandos intermedios que, en ocasiones, temen perder el control de sus equipos”, acotó -en conversación con Expansión.com- Sergio Hinchado, director comercial de Hays.
Cuando una compañía está decidida a implementar esta estrategia, acto seguido, deberá dar tres pasos fundamentales: Uno, estudiar las necesidades de la firma (horarios, retribución); dos, compartir dicho estudio con los colaboradores para comprender cuál es su grado de madurez; tres, efectuar un modelo logístico y económico de la instauración del plan.
Así lo consideró para el referido medio Juan Diego Casas, executive director de Michael Page, quien añadió que, luego de seguir dichas pautas, la empresa deberá prever las consecuencias futuras del cambio, comunicarlo a todo el personal, al que se le deberá -adicionalmente- informar cuáles serán los límites.
Los especialistas de recursos humanos, junto a los encargados de proporcionar el soporte técnico conveniente, son los principales responsables de que el proceso de transición hacia la flexibilidad en el trabajo concluya satisfactoriamente.