Hay un grupo del cual se habla poco, pero que está presente en todo momento en el mercado local. “La mujer peruana ha cambiado muchísimo y quizás más rápido que cualquier grupo social. En los últimos años, ha pasado a ser 50% de la PEA, mientras que hace 25 años era 30%”.
Rolando Arellano, presidente del directorio de Arellano Marketing, explica así que la mujer es el grupo más sobresaliente de entre todos los consumidores peruanos que han pasado por cambios en estos últimos años. No solo trabaja, sino que recibe más ingresos y opta por tener menos hijos. “Tenemos una mujer muy empoderada y que piensa muy distinto a lo que pensaba hace unos poquitos años”, agregó.
Y aparte de ser un segmento del que no se habla mucho, tampoco es uno que encuentre mucha oferta diferenciada en el país. Según el autor, uno de sus consejos a empresas e instituciones es no olvidar a la mujer.
“Lo único que estás haciendo es ampliando la oferta para el hombre y tratando de dirigírselo a la mujer. […] No hay un solo auto que tenga un sitio pensado sobre dónde guardar la cartera. No hay un político que se dirija a las mujeres”, criticó.
Más que un producto
En su nuevo libro, “Marketing para vivir mejor” (Editorial Planeta), Arellano hace un análisis de sus textos y publicaciones anteriores, dándose cuenta de que los peruanos ahora no solo nos concentramos en obtener un producto, sino en ‘algo más’ que mejore nuestra calidad de vida y experiencias, luego de una década de crecimiento económico sostenido.
“Se da por un tema de que ya cubrieron sus necesidades básicas. La mayoría de las ciudades, que es el 80% del país, ya cubrió sus necesidades básicas. Ya tiene alimentación, vestido básico, un nivel de vivienda, con lo cual su preocupación no es tanto cómo consigo comer”, detalló.
Ahora ya podemos hablar de un consumidor peruano con “necesidades discrecionales”, según el experto. “Yo quiero comer pero quiero comer rico. Yo no solo quiero un gobierno que dé trabajo y mantenga el precio del pollo bajo, sino que también respete mis derechos fundamentales”.
Otro de los temas que explora el libro son los clichés. El experto en marketing ve que “algunas cosas están cambiando” y lo más importante ha sido que el desprecio por los productos nacionales ha desaparecido.
“No encontramos esas publicidades que anuncian ‘Importado’, como diciendo per se que es bueno porque no es peruano”, indicó. Otro cliché que empieza a cambiar es el tema racial. “Hay una mayor aceptación del mestizaje, nos aceptamos como mestizos. Hay otros temas que también empiezan a desaparecer, como el concepto del racismo”, finalizó.